Lucas 1:35

Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

La Presencia de Dios nos transforma. María fue transformada a tal grado que concibió a nuestro Salvador. Ella recibió el favor de Dios, quien la escogió para dar a luz a su Hijo.

Así como el Espíritu Santo estuvo presente en la vida de María, debemos recordar que Dios está siempre presente en nuestras vidas. Tal vez no podamos verlo muchas veces pero su poder y su guaina están siempre con nosotros.

Isaías 9:6

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz

De este versículo aprendemos que Jesús:

1. Era admirable.
2. Era consejero.
3. Era Dios fuerte, no en poder militar, sino fuerza espiritual.
4. Padre Eterno, una relación intima y filial.
5. Príncipe de paz, para restaurar y guardar la paz.

Hoy Jesús puede cambiar tu vida, puede quitar tu amargura y tristeza, volver lo imposible posible. La decisión es tuya, ¿deseas que sea esa luz en tu oscuridad?