El amor trae consigo confianza y Dios depositó su confianza en nosotros que nos amó tanto para que no nos perdiéramos. Él anhela nuestros corazones constantemente.

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

¿Crees que Dios nos amó en el pasado y ya no nos ama? Este versículo nos habla de las dimensiones temporales del amor divino:

1. “Porque de tal manera amó Dios al mundo” – nos recuerda el momento histórico en el que Dios manifestó su amor incondicional hacia nosotros, entregándonos su confianza.
2. “que ha dado a su Hijo unigénito” – nos señala el acto presente y continuo de amor a través del sacrificio de su Hijo.
3. “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” – proyecta este amor hacia el futuro, asegurándonos la promesa de la vida eterna.

Este versículo no solo refleja un amor pasado, sino un amor que es eterno y omnipresente. Extendiéndose desde el pasado, a través del presente y hacia el futuro.

Juan 3:17

 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él

Este versículo es un recordatorio para nosotros. ¡El motivo de Dios es la salvación, no la condenación!