La frase “divide y vencerás” se usa en la guerra cuando se trata de debilitar al oponente, se deja vulnerable. En la iglesia se usan las mismas tácticas de parte del enemigo ya que una iglesia dividida es débil.

Unidad no es igualdad, no es negar la individualidad de cada integrante. Unidad tiene que ver con ir hacia la misma meta, luchar por alcanzar el mismo objetivo. Es que somos todos distintos, pero todos queremos alcanzar lo mismo. Juntos somos más.

Efesios 2:14-16

Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,  aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,  y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

No podemos estar creando enemistades ya que Cristo vino a traernos paz. No hagas caso de rebeliones que generan desunión, murmuración y reflejan falta de fe.

Tu futuro brilla con las promesas de Dios, cuando la iglesia se une con un propósito en común puede cambiar el mundo. Como creyentes debemos tener esa unidad viva con Dios que producirá vida eterna. Juntos somos más.