Muchas veces creemos que somos guiados por el Espíritu Santo, pero la verdad es que pocas veces pedimos su guianza o preguntamos a Dios sobre las situaciones en nuestra vida.

Romanos 8:14

 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 

El Espíritu Santo guía a los hijos de Dios, pero requiere que estemos atentos a su voz. Debemos ser sensibles y aprender a escuchar su voz, pase lo que pase debemos confiar en Dios.

Salmos 143:10

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

Aunque no sea fácil, debemos ser humildes y reconocer que no podemos seguir sin Dios. Pide que te guíe, aun en tus momentos más difíciles, pues siempre necesitaremos más del Él. El Espíritu Santo te va a llevar a toda verdad, pero debemos poner en práctica todo lo que escuchamos de parte de Dios. Es tiempo de dejarnos guiar por el Espíritu Santo.