Hemos comenzado un año lleno de promesas y bendiciones para nuestras vidas, pero ¿qué has hecho? ¡Es tiempo de levantarnos y accionarnos!

Isaías 43:18-19

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. ¹⁹ He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

El pasado no nos deja recibir las promesas de este año, no te está dejando avanzar. El pasado te hace retroceder. Si no logras ver el mover y la dirección de Dios en estos tiempos es porque algo de tu pasado te impide ver y recibir lo nuevo que Dios que está haciendo.

Esdras 9:6

y dije:

Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.

En este versículo podemos ver la culpa que siente Esdras al orar, no entendía cómo pudieron desobedecer si Dios había sido tan bueno con ellos, pero ¿qué sucedió con ellos? Hubo un arrepentimiento, convicción de pecado porque decidieron cambiar, dejar de hacer lo malo.

La diferencia entre un verdadero cristiano y un religioso es que el cristiano se cae, se arrepiente, aprende, recibe restauración y eres más fuerte. En cambio, una persona religiosa falla, se deprime, se culpa y se condena, busca ayuda pero en realidad no quiere ser ayudado.

Romanos 2:13

porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.

¿Dónde se ha quedado tu pasión? ¿Qué fue lo que te apagó y no te ha dejado avanzar?

¡Es tiempo de cambiar y accionarnos!