LA PROMESA DE RESTAURACIÓN

agosto 12, 2024
Series: 2024

 

Oseas 14:1-8

Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído.  Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.  No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.  Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.  Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano.  Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano.  Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto.

Vuelve tu corazón a Dios, Él tiene una promesa de restauración para lo que has perdido por tu pecado. Deja la iniquidad, deja lo malo y acepta el bien, confía en Dios.

 

Es un tiempo de decidir seguir al Señor, quitar el orgullo y la rebeldía; y recuperar la humildad para reconocer que es Dios quien debe tomar el control de nuestras vidas. Pero mientras no aceptemos nuestra culpa, no podremos buscar la solución; si quieres estar bien hay que entregar a Dios el control total.

 

Dios va a responder con bendición y restauración si cumples con estos pasos:

  1. Regresa al Señor
  2. Arrepiéntete
  3. Recuerda que solo Dios está en control tuyo

 

Oseas 14:4-8

Dios será como el rocío. Si vemos la naturaleza entenderemos que el rocío es necesario cuando no hay lluvia, ya que mantiene la tierra fresca, húmeda y provee lo necesario para que la hierba pueda regenerarse.

 

Así el Espíritu Santo vendrá sobre nosotros como un rocío que prepara nuestro corazón para ser regenerado. Ciméntate en Dios, estarás firme y vas a fructificar. El Espíritu Santo es la diferencia y solo bajo su presencia es que vas a florecer y prosperar.

LA PROMESA DE RESTAURACIÓN